El caso es caso es que estaba yo pensando esta tarde lo insólito del desconocimiento en la “Finca España” del trabajo de Savall y en qué hacer de cenar, cuando me saltan en Radio clásica con el programa de ópera del sábado. No diré nada de la desfachatez de los gobernantes y señores de la pasta, que no es el momento, pero ¿no es bastante el maltrato que nos dan (que nos dejamos dar) para que encima el Teatro real (no imaginario) programe lo que ha programado? aturdido por lo que mi oído derecho (el otro, afortunadamente está de baja) me indicaba; no caía en lo que me decía la dicha Radio clásica.¡Señoras, señores:una ópera de Philip Glass se ha estrenado (en estreno mundial del mundo) hoy en el teatro real (ya con minúsculas) una ópera sobre los últimos años de la vida de Walt Disney, tan apasionante vida de delator! ¿No es enternecedor? Un titular: España, la cloaca de la música, que no por minimalista es menos lamentable; Glass, un remedo de fraudes musicales con ánimo de pasar a la historia de los pelmas.
He soportado mal que bien el “Tournedo Rossini” (Gioachino), ¿he de soportar la “hambuguesa Glass”, oh dioses benevolentes?, ¿y con dineros públicos?
(Extracto de “La vida perra”, del Marqués del Tuvo)
Derechos: Marqués del Tuvo y asociados.
Yo me tropecé con la susodicha ópera ya comenzada y no me gustaba nada pero siempre era mejor que oír pegar berridos a los maravillosos vecinos que comparten patio conmigo. El caso es que me enteré de qué era eso en el descanso y flipé por lo que dejé radio clásica fuera de cobertura y puse música en el ordenata porque tengo j. el aparato de música, sólo funciona la radio.
Vaya, que estoy de acuerdo contigo, teniendo en cuenta, además, que no soy ninguna forofa de la ópera, con escasas excepciones